Una de las preguntas más habituales que nos encontramos en la Bolsa Social se dirige precisamente a nuestro apellido. «¿Y cómo sabéis qué es social y qué no?» o «¿Mi empresa es social?». Es una pregunta lógica porque en la Bolsa Social sólo publicamos empresas que producen un impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente. Los inversores de la Bolsa Social, además de los resultados económicos de la empresa, quieren conocer el alcance y consecuencias de su inversión.
Es por eso que en la Bolsa Social exigimos a las empresas que quieren financiarse con nosotros que definan sus objetivos de impacto social y que los midan. ¿Pero a qué nos referimos con «impacto social positivo»? La expresión hace referencia a los efectos positivos que la intervención de una empresa tiene sobre la comunidad en la que opera.
La teoría del cambio
En la Bolsa Social pedimos a los emprendedores que nos solicitan abrir una campaña de financiación elaboren una Teoría del Cambio (TdC) de su empresa, para que poder presentarla ante los inversores. La TdC es una descripción específica y cuantificable del objetivo de cambio social, es decir, qué quiere mejorar la empresa en la sociedad, en concreto.
Constituye la base para la planificación estratégica, la toma de decisiones y la evaluación del impacto positivo que está produciendo la empresa. La TdC define todos los componentes necesarios para conseguir objetivos de impacto social a largo plazo y, a través de diferentes indicadores, permite evaluar los resultados como cambios derivados de la actividad.
La TdC ofrece varios beneficios como tener una concepción clara, lógica y estratégica del proyecto, establecer efectos a corto y largo plazo, facilitar la gestión y la evaluación de riesgos, así como identificar y desarrollar los planes de seguimiento necesarios.
¿Cómo desarrollar la Teoría del Cambio de un empresa?
Se deben responder a los siguientes puntos:
- ¿A qué problema social o medioambiental quiere dar solución la empresa? La respuesta debe incluir información tanto sobre la naturaleza y la magnitud del problema, como detalles sobre la población, área geográfica, retos a los que se enfrentan, puntos fuertes, etc.
- ¿A quién beneficia? Se debe definir y acotar el colectivo o grupo de la población se beneficiará de la actividad de la empresa.
- Principales actividades que se desarrollarán. Se deben enumerar y explicar las principales actividades que desarrollará la compañía para dar solución al problema social o medio ambiental en el que se quiere incidir.
- Definir los indicadores y objetivos a medio y largo plazo. La empresa debe explicar los cambios que espera producir fruto de la actividad del negocio a medio y largo plazo. Para que los objetivos sean medibles, hay que identificar tres indicadores de la actividad que sirvan para medir y evaluar los resultados de impacto social. Los indicadores pueden ser cuantitativos o cualitativos. Estas son las características de un buen indicador:
- Debe ser significativo del impacto social. Cuanto más específico sea, mejor.
- Debe ser cuantificable y sencillo de medir, de modo que exprese si el impacto ha sido alcanzado o no.
- Debe ser realista, que sea posible alcanzar los objetivos de impacto a través del proyecto.
Una vez definidos los indicadores se tienen que proyectar a 5 años, indicando cada año el objetivo que se estimen alcanzar en cada indicador. Explica cómo vas a medir los indicadores seleccionados.
Medición de impacto y reporte a socios
En la Bolsa Social, el emprendedor debe dar cuenta a sus nuevos socios, cada semestre, sobre el resultado económico de la empresa y el impacto social que ha producido. Para ello, es preciso medir los indicadores seleccionados y verificar el resultado. De esta manera se mantiene informados a los socios y comprometidos con la misión social de la empresa. Si hay una desviación respecto a las estimaciones, la dirección de la empresa puede justificarla. También puede explicar si, a la luz de la experiencia, se necesita ajustar los indicadores.
La medición del impacto social es también una excelente herramienta de gestión para ver en qué medida se están alcanzando l0s objetivos de impacto social, de modo que puedas reaccionar en caso de que no estés produciendo el impacto que motivó el proyecto.
Si quieres profundizar y comprender mejor el arte de la medición del impacto social te invitamos a que eches un ojo a la guía de medición de impacto de la Asociación Europea de Capital Filantrópico (EVPA), asociación de la que la Bolsa Social es miembro desde 2015, y al resumen de dicha guía elaborado por el Impact Hub Madrid.