Recientemente, publicamos un post en el que definimos qué son las Notas Convertibles, consideradas un híbrido entre deuda y capital. Pero, ¿en qué se diferencian de la inversión en equity de startups o el crowdlending?
Hoy, hablamos de las características de cada uno de los instrumentos de financiación que tenemos actualmente en Bolsa Social.
Inversión en equity de startups
La inversión en equity de startups se refiere a la adquisición de participación accionaria en una empresa emergente o startup.
En este tipo de inversiones, los inversionistas proporcionan capital a cambio de acciones de la compañía. Se convierten así en accionistas. Esta forma de inversión ofrece la oportunidad de obtener ganancias significativas si la startup tiene éxito y su valor se incrementa. Sin embargo, también implica un riesgo considerable, ya que muchas startups fracasan.
Los inversores en equity a menudo brindan apoyo financiero, asesoramiento y conexiones estratégicas para ayudar a las startups a crecer y prosperar.
Crowdlending
El crowdlending es una forma de financiamiento colectivo en la que múltiples individuos o inversores prestan dinero a empresas, emprendedores o particulares a través de plataformas en línea especializadas.
A diferencia del crowdfunding, donde las personas aportan dinero a cambio de recompensas o participaciones en el proyecto; en el crowdlending los prestamistas esperan recuperar su inversión más intereses acordados. Esta modalidad permite a las personas diversificar sus inversiones y a los prestatarios acceder a la financiación fuera de las instituciones financieras tradicionales, agilizando el proceso y ofreciendo tasas de interés potencialmente competitivas.
Notas Convertibles
Las notas convertibles son instrumentos financieros utilizados en etapas tempranas de financiamiento de startups. Se trata de préstamos que tienen la capacidad de convertirse en acciones de la empresa en una fecha futura predeterminada, generalmente durante una ronda de financiamiento posterior.
Las notas convertibles permiten a los inversionistas prestar dinero a la startup con la expectativa de que, en lugar de recibir el reembolso del préstamo, sus notas se conviertan en acciones. Este enfoque brinda flexibilidad tanto para el inversionista como para la startup, ya que evita la necesidad de acordar una valoración precisa en las primeras etapas y posibilita una transición más fluida hacia la inversión de capital.