Farmidable: «Cuando sabes de dónde viene lo que comes, le das un valor y un respeto diferente»

Farmidable abrió el lunes 16 de enero una campaña de crowdequity a través de la Bolsa Social. Buscaban un máximo de 90.000 euros para lanzar un modelo de consumo ya testado en el Colegio Zola de Las Rozas (Madrid). A través de una plataforma online, esta startup une a productores locales de alimentos ecológicos y naturales con familias que quieren alimentarse de forma saludable y consciente.

En tan solo una semana han reunido el capital de 35 inversores, con el que realizarán su plan de expansión primero por los centros escolares y, más tarde, por el resto de España. Esos colegios servirán de punto de recogida semanal para que las familias recojan la compra hecha a los productores a través de farmidable.es.

—¿Cómo se os ocurre esta idea tan farmidable?

—Pablo Stürzer: Porque se me rompe un ligamento.

—Alessandro Lambertini (Ale): La idea nos surge hace unos dos o tres años y nace de que los tres somos unos apasionados de la comida y la nutrición. Los tres hemos sido usuarios de grupos de consumo y los acabamos abandonando. Los grupos de consumo son maravillosos, pero exigen un esfuerzo, un compromiso y un tiempo del que no todo el mundo dispone.

—Alberto Palacios: Al final, estos grupos se disuelven si una de las personas clave falta. O se rompe una pierna…

—Ale: A partir de ahí, se nos ocurre agregar tecnología para que un público más amplio pueda acceder a esta forma de consumir.

—Pablo: Cuando me rompo la pierna, Ale me visita en mi casa y hablamos. Lo primero que se nos ocurre es crear una herramienta para los (creo que) más de cien grupos de este tipo que existen en España. Pero luego caímos y fue como se nos ocurrió la idea de las comunidades naturales de consumo, es decir, ir donde ya están los consumidores.

—Ale: Le dimos forma a la parte social y de ahí surgirán los tres indicadores: huella, familias y personas insertadas en el mercado laboral.

—¿Y de qué os conocíais?

—Ale: Del año 2000.

Pablo: Fue antes, pero no te acuerdas. Que yo fui a visitarte cuando eras director de marketing en Telepizza. Además Ale es vecino de un amigo, volvimos a coincidir y surgió la amistad.

—Alberto: Pablo y yo hemos sido socios en varias compañías de marketing, publicidad, eCommerce e Internet. Ale y yo llevamos a nuestros hijos al mismo colegio.

—Ale.: Son colegios de pedagogía libre, que creemos que es algo que terminar de dar sentido a esta iniciativa.

—¿Cómo os veis de aquí a 5 años?

—Alberto: Pues felices y abriendo un montón de comunidades.

—Pablo: En un año esperamos abrir 55 comunidades. Para este mes ya tenemos 5 comunidades disponibles. Podríamos ir más rápido, pero lo que nos frena es que necesitamos controlar al 100% qué es todo lo que está sucediendo en la apertura de las nuevas comunidades. Actualmente, lo que estamos llevando a cabo es un programa piloto.

—Ale.: El reto actualmente es el picking, es decir, la entrega. Tenemos que trabajar en este piloto para que sea replicable y escalable. Lo que ya sabemos es que la recepción por parte de los consumidores está siendo fabulosa. Hemos hecho unas encuestas que nos están ofreciendo unas respuestas fabulosas.

—Las etiquetas de los productos en los supermercados son exhaustivas, pero nadie entiende nada de ellas. ¿Qué puede saber un consumidor de los productos que compra Farmidable?

—Pablo: Todo.

—Alberto.: Son productores locales, cercanos a las familias y sus familias acaban conociendo su historia.

—Ale.: Pedimos a los productores que nos cuenten su historia vía web. Para nosotros es muy importante la historia porque, cuando se trata de un producto del Mercadona, no sabemos nada. Eso hace que no nos sintamos vinculados a ese alimento y es mucho más fácil tirarlo. Cuando tú sabes de dónde viene lo que comes, le das un valor y un respeto diferente.

—Alberto: Es comida ecológica en un 90% y lo que no está certificado no lleva fertilizantes ni pesticidas químicos. Además, al ser una recogida semanal, estamos llevando a las familias a que hagan una compra planificada, no compulsiva. Así, nos obligamos a ahorrar y a no tirar, mejorando el impacto.

—Habéis cerrado la campaña de crowd equity en prácticamente una semana. ¿Por qué creéis que la gente ha invertido de esta manera?

—Alberto: Porque es una oportunidad con proyección de futuro. Integramos de forma palpable un consumo con conciencia y un proyecto de empleo real, con lo que completamos un ecosistema económico.

—Ale: Creo que han sido tres factores. Primero, que es un mercado creciente, una tendencia que teníamos vigilada. Segundo, porque hay una necesidad de las familias que está generando el tercer punto: una oportunidad.

—¿Puedo preguntar por vuestra experiencia en la Bolsa Social y me respondéis sin compromiso? ¿Qué os ha supuesto salir en la plataforma?

—Ale: Un impulso muy importante. Por un lado, la confianza que nos transmitió todo el equipo de la Bolsa Social nos supuso un plus de motivación para lanzarnos con el proyecto. Por otro, la exposición y visibilidad que nos ha facilitado la Bolsa Social, nos ha permitido cerrar con gran éxito y en tiempo récord, nuestra primera ronda de financiación. ¡Todo ello sintiéndonos un equipo único!

Comentarios

Aún no hay comentarios. ¿Por qué no comienzas el debate?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *