¡En la Bolsa Social estamos de celebración! Muy felices de poder compartir esta noticia; la CNMV aprueba la Bolsa Social como plataforma de inversión de impacto para actuar en Europa.
La autorización de la CNMV para operar en Europa supone un gran hito para nosotros: el reconocimiento al trabajo que venimos realizando desde que se aprobó el nuevo Reglamento (UE) 2020/1503 de Proveedores de Servicios de Financiación Participativa en noviembre de 2021, y nos permitirá ampliar nuestra actuación a cualquiera de los 27 países miembros de la UE.
¿QUÉ SUPONE LA AUTORIZACIÓN DE LA CNMV PARA OPERAR EN EUROPA?
El Reglamento de Proveedores de Servicios de Financiación Participativa permite realizar operaciones de inversión de impacto, tanto en préstamos como de capital, en cualquier país miembro de la Unión Europea sin necesidad de adaptarse a las normativas locales y de obtener licencia de operación de los distintos reguladores nacionales, aspectos que eran necesarios hasta la modificación de esta legislación europea.
¿Cómo repercute en la práctica?
El nuevo reglamento supone mantener unos niveles altos de protección de los inversores, reducir los riesgos asociados a la financiación participativa y garantizar un trato imparcial a todos los clientes. Además, asegura que los proveedores de servicios de financiación participativa apliquemos garantías para que los proyectos se seleccionen de forma profesional, imparcial y transparente.
ACCESO A UNA COMUNIDAD MÁS AMPLIA DE INVERSORES Y EMPRESAS CON IMPACTO
Conectar inversores de impacto con empresas que generan un impacto social y medioambiental positivo es lo que llevamos haciendo desde 2015. Fuimos la primera plataforma de financiación participativa autorizada por la CNMV en España. Desde entonces, hemos ayudado a 37 empresas a crecer y alcanzar sus objetivos, conectándolas con una comunidad de más de 9.500 inversores y canalizando más de 11,2 millones de euros.
La autorización de la CNMV para operar en Europa supone poder dar continuidad a nuestra razón de ser. Ahora podemos ampliar nuestro campo de actuación y abrir nuestra comunidad de inversiones y empresas que tienen una misión transformadora y que trabajan poniendo a las personas y al planeta en el centro de sus decisiones a toda Europa.
A falta de finalizar los cambios en los estatutos e inscribir la autorización en el registro mercantil, estamos en condiciones de abrir y ampliar el mercado. Este reglamento tiene un doble impacto: por una parte, promover el impulso de la financiación participativa en Europa, facilitando el desarrollo de un sector en auge, y por otra, contribuir a que más empresas de impacto social y medioambiental encuentren financiación para validar su proyecto.