«La primera impresión es la que cuenta.»
Probablemente hayas escuchado esta frase numerosas veces en la vida. Más allá del debate sobre si una mala presentación inicial tiene arreglo o no, lo cierto es que a la hora de pedir financiación a inversores de impacto, la primera impresión que los emprendedores sociales den a los potenciales inversores puede llegar a ser crucial.
En la Bolsa Social recibimos una gran cantidad de proyectos, cada uno con sus particularidades y tiempos propios. Sin embargo, hay veces en las que algunos detalles iniciales pueden hacer que empecemos a analizarlos con mejores o peores ojos. Y esta percepción inicial puede ser el detonante a la hora de decidir si un proyecto realiza una campaña con nosotros o no.
En este post vamos a tratar de reunir algunos consejos a la hora de presentar tu proyecto a inversores de impacto y no morir en el intento:
1. Empieza con el porqué, y ese porqué ha de ser social
Sí, sabemos que esto es algo que está muy trillado… pero no por ello es menos cierto.
Y más aún en proyectos de impacto social. ¿Por qué estás creando esta empresa? ¿Cuál es el propósito real de tu andadura? Los inversores de impacto se guían mucho por la química que les infunda el equipo de los proyectos, ya que saben que habrá momentos duros y decisiones que pueden afectar de gran forma al impacto social y/o medioambiental generado por la empresa. Por ello es de gran importancia dejarlo claro desde el principio, y hacerles que conecten contigo antes de empezar a mostrarles tu proyecto.
En la Bolsa Social, una de nuestras labores más difíciles a veces es la de discernir entre los emprendedores que son verdaderamente sociales y aquellos que no lo son. Muchas veces nos vienen con proyectos interesantes, con buenas métricas y con modelos validados de negocio, pero no vemos claro el impacto social y/o medioambiental positivo generado por la empresa. La pregunta que nos solemos hacer es: ¿está esta empresa creando un mundo mejor con su existencia?
Aún así, la respuesta a esta pregunta muchas veces no es clara. Y esto es algo que nos da más de un quebradero de cabeza. Por ello, que los emprendedores empiecen por ahí siempre es una señal muy buena.
2. Humildad ante todo
Puedes tener un proyectazo. Un modelo de negocio disruptivo e innovador. Un equipo completo y formado. Pero si no eres humilde y con capacidad de autocrítica, es una alerta roja.
¿Por qué?
Porque en toda empresa se cometerán errores, y una cualidad de todo emprendedor ha de ser la de escuchar y rectificar. Muchas veces la pasión nos ciega, y lo que para nosotros puede ser algo lógico y correcto, puede desde fuera verse como una auténtica locura. Esto los inversores lo saben, y ver que un emprendedor responde mal a las críticas, es un factor muy negativo que a más de uno le hará dudar a la hora de apostar por el proyecto.
Cuando realices tu pitch, muéstrate abierto a los comentarios, consejos y a las posibles críticas de los potenciales inversores. Incluso si finalmente no deciden invertir en la empresa, crearás una relación buena con ellos. Recuerda: el proyecto puede cambiar, pero la impresión de la persona es la que perdura.
3. Di la verdad
Si no has vendido nada, di que no has vendido nada. La franqueza es una cualidad muy importante en todo emprendedor, ya que inspira confianza. Intentar ocultar o disfrazar hechos a la hora de presentar tu proyecto no llevará a buen puerto, ya que de un momento a otro, la verdad saldrá a la luz y toda la credibilidad que hayas podido generar desaparecerá por completo.
¡Ojo! No confundir esto con ser negativo o pesimista. Puedes tener muy pocas ventas, un equipo sin gran experiencia, o un mercado limitado; pero la idea es que te centres en las fortalezas del proyecto, y no en sus debilidades. Y si los inversores te preguntan por ellas, lo ideal es que tengas un plan para combatir esas carencias.
4. No te olvides de las métricas económicas
Otro caso muy común es el de emprendedores que vienen con proyectos «demasiado» centrados en el impacto social. Se ve claramente que sus intenciones son las de generar un impacto positivo en la sociedad y el planeta, pero tienden a evitar las métricas y a ser demasiado abstractos. Y esto no es una buena señal para la gente que se está planteando confiar su dinero en tu empresa.
Esto es algo típico en este sector, tan vocacional que hace que la gente se apegue mucho a su proyecto. Sin embargo, puede impedir ver la cruda realidad: el proyecto ha de ser rentable económicamente.
Por ello, es de vital importancia tener un modelo de negocio que asegure la sostenibilidad del proyecto en el futuro.
5. Ten una actitud positiva
No hay nada más atractivo para los inversores que un emprendedor optimista. La pasión contagia, pero sobre todo, hace ver a los inversores que no te vendrás abajo con facilidad cuando los problemas vengan.
Sin embargo, para que esto funcione ha de ir acompañado del resto de factores. Un optimista que miente, o que viene sin métricas económicas, o que es soberbio, o que no tiene ese espíritu social que buscamos, probablemente no tendrá éxito en la búsqueda de inversores de impacto.
Poniendo en práctica estos cinco consejos a la hora de presentar, aumentarás tus probabilidades de encontrar financiación. Causar una buena impresión a los inversores es vital: inviertan o no, comenzarás a labrar una buena relación con ellos. Su feedback te servirá para mejorar, y para que en un futuro no cometas los mismos errores.
Con trabajo duro y mucha práctica, terminarás siendo un crack de las presentaciones.
¡Te deseamos el mayor de los éxitos!