Opinión: El emprendimiento de impacto, la innovación llevada al corazón del negocio

Por Laura Caballero, colaboradora en el área de estrategia y análisis en la Bolsa Social

 

La semana pasada tuve el placer de acudir al evento del año en lo que a innovación se refiere: Singularity University venía a España para darnos unas pinceladas acerca de las nuevas tecnologías; el futuro de la economía; y cómo el futuro de los negocios pasa irremediablemente por cambiar el mundo a mejor.

 

El impacto social y la sostenibilidad, claves del futuro económico

Gracias a la creciente digitalización de las empresas, los modelos de negocio actuales hacen cada vez más posible cambiar las cosas generando un gran impacto. Vivimos en un mundo de conexiones, con una capacidad y viralidad determinantes para influir y transgredir una economía que cada vez da más muestras de estar agotada. Y la única forma de cambiarla será a través de innovaciones que estén 100% alineadas con generar un impacto social y medioambiental positivo.

Sin ninguna duda, los negocios con impacto social son el futuro de la economía. Plantean objetivos de rentabilidad, pero no se olvidan de enfocarse en cambiar el mundo a mejor; aportando su granito de arena a la hora de mejorar la sociedad y el planeta. Sostenibilidad, medioambiente, economías circulares, climatología, producción y consumo responsable, contaminación, trabajo decente, salud, reducción de la pobreza… son temas clave que las organizaciones tendrán que tener en cuenta cada vez más.

Se estima que para 2030, el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible creará 280 millones de trabajos y $12bn de valor económico. ¿Realmente no tiene sentido enfocarse en cambiar los modelos tradicionales a mejor?

 

Conseguir un doble retorno: tanto económico como social

Tradicionalmente, el único propósito de las empresas ha sido crear valor para los accionistas. Pero, ¿qué pasa con las personas, el planeta y con el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos? Los modelos de negocio que han triunfado en el pasado, no nos van a permitir liderar las próximas décadas. Tenemos que reconsiderar y reinventar nuestros modelos de producción, pensar en economía circular para impulsar la sostenibilidad y eliminar la generación de residuos que tanto daño está haciendo en nuestro planeta. ¿No deberían ser estas las prioridades de nuestra innovación?

En este sentido, hay que reconocer el mérito y la sensibilidad de muchos emprendedores sociales, que integrando innovación e impacto social, están aportando soluciones novedosas que empiezan a abrir las puertas para que este cambio realmente se produzca. La tecnología ayuda a acelerar este cambio de ciclo y debe también ayudar a medir estos resultados. Por eso, la medición de los objetivos de impacto son fundamentales en la nueva economía. ¿Están las compañías creando o destruyendo valor? Sin un sentido y sin un propósito, las compañías estarán ofreciendo retornos económicos, pero no necesariamente estarán mejorando el mundo.

En definitiva, la tecnología es la palanca necesaria para resolver los grandes retos del futuro. Pero para ello, habrá que ser capaces de cambiar el actual paradigma.

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