Por Antón Jáuregui, responsable de operaciones y comunicación en la Bolsa Social.
¿Cómo podemos asegurar en un futuro próximo una agricultura que provea de alimento a toda la población mundial? ¿Y cómo lograrlo de una forma que sea no solo sostenible económicamente, sino también respetuosa con el medio ambiente?
La respuesta a estas preguntas no es fácil, pero parece que una de las claves va a venir de la mano de la alta tecnología aplicada al sector agrícola: el agritech.
Pero antes de entrar en materia, pongámonos en contexto. Se estima que en los próximos 15 años, la población en la Tierra aumentará en 1.000 millones de personas, llegando en 2050 a más de 9.500 millones. Un escalofriante número que se une al hecho de que año tras año, se reduce la tierra cultivable debido a diversos factores, algunos de ellos naturales, como la erosión y las inundaciones; y otros humanos, como la sobreexplotación agrícola o la creciente urbanización.
Esto supone un grandísimo reto para la agricultura: dentro de 30 años, la producción agrícola necesitará ser el doble de la actual para poder proveer de alimento a todo el mundo. Un panorama nada esperanzador que urge a ir buscando soluciones más allá de la tradicional forma de hacer agricultura.
Y es aquí donde entra el agritech, es decir, la llegada de la industria 4.0 a la agricultura. Un mundo de infinitas posibilidades para el sector agrícola, que se encuentra en su momento más dulce.
El agritech, en su mejor momento
A pesar de que el agritech lleva ya varios años existiendo, es ahora cuando está empezando a despegar de forma definitiva. Los motivos de este auge son muchos, y se asientan en varias tendencias que se están dando en todo el mundo, como lo es la biotecnología, los cambios en la cadena de valor de las grandes empresas o la mayor urbanización de la población.
10 tendencias globales que están propiciando el auge del agritech
Fuente: From Agriculture to AgTech (Deloitte, 2016)
Otros factores tienen que ver con la cada vez mayor concienciación de la población en torno a asuntos ambientales, las regulaciones internacionales o la aplicación de la industria 4.0 en otros sectores.
En la Bolsa Social, por ejemplo, tenemos el ejemplo de Nostoc Biotech, empresa que ofrece productos ecológicos y sostenibles para los cultivos. Hace unos pocos meses, los inversores de esta empresa madrileña vieron como el valor de sus participaciones se multiplicaba por 2,68, después de que se produjese una segunda desinversión parcial a través de la plataforma. Una prueba más del creciente interés de los inversores en el sector de la agricultura.
El uso de los datos en los cultivos
En el agritech, los datos cobran una importancia vital a la hora de tomar decisiones en las distintas fases agrícolas. El uso del Big Data, unido a la tecnología Cloud y al ya conocido IoT, puede utilizarse de múltiples formas para lograr crear una agricultura más eficiente, económica y respetuosa con el medio ambiente.
Aplicaciones móviles que analizan los cultivos, por ejemplo, dirán al agricultor/a en qué lugares es necesario un mayor uso de biofertilizantes. Y podrán, en un futuro, ir conectados a drones que, guiados por la aplicación, distribuyan correctamente las distintas sustancias en los cultivos. De hecho, ya existen varias compañías que están utilizando la tecnologia de los drones en el mundo de la agricultura con muy buenos resultados.
Estas y muchas otras aplicaciones son posibles en un sector que está rápidamente extendiéndose en todo el mundo. Más allá de Europa y EEUU, países como La India, pioneros en el mundo agritech; o continentes como el africano, lleno de – tan necesarias – oportunidades en este ámbito, están experimentando un gran aumento de startups dirigidas a modernizar y optimizar el mundo agrícola.
Veremos qué ocurre en los próximos años, que se ven esperanzadores y llenos de cambios en muy poco tiempo. Un momento muy interesante de presenciar, en un sector con múltiples oportunidades, tanto para emprendedores sociales como para inversores de impacto.
¡El futuro de la agricultura ya está aquí!