WhatsCine es una empresa que tiene muy claro el ritmo al que camina. En 2013 comenzó a hacer accesible las películas para personas con discapacidad auditiva o visual. Su tecnología permite que estas personas, a través de su propio móvil y sin coste, puedan disfrutar del cine y la televisión gracias a una app en la que pueden leer subtítulos, ver un intérprete de lengua de signos o escuchar una audiodescripción. El año pasado, esta tecnología recibió el Premio Reina Letizia de Tecnologías de la accesibilidad. Desde este año, WhatsCine proporciona la tecnología a Movistar + para hacer accesibles los contenidos de esta plataforma de televisión.
Ahora, WhatsCine quiere poner el pie al otro lado del Atlántico y comenzar a ganar cuota de mercado en Estados Unidos y Latinoamérica, como nos explica en esta entrevista José Ramón Riera, presidente de la compañía. Para eso, esta empresa madrileña está desarrollando una campaña de crowdfunding de inversión en la Bolsa Social. En tan solo tres semanas han alcanzado su objetivo mínimo: han reunido 250.000 euros de 53 inversores. Ahora buscan 50.000 euros más para alcanzar el tope máximo. Los inversores que quieran entrar tendrán que darse prisa, visto el ritmo de la campaña.
—Vayamos al grano, ¿por qué debería alguien invertir en WhatsCine?
—Es tan sencillo como preguntarle a alguien si quiere que su inversión sea social y sostenible. Si es así, debería invertir. En WhatsCine, con esta inversión, queremos dar cobertura a 60 millones de personas con discapacidad sensorial. Estas personas tienen una necesidad y para ellas nosotros somos la oportunidad del momento. Ya hemos demostrado que podemos hacerlo, porque somos rentables y porque ya hemos desarrollado la capacidad para dar servicio a 2 millones de personas. Queremos seguir con este mismo modelo de sostenibilidad en el futuro y multiplicarlo.
—Parece mentira que a estas alturas la tecnología no haya solucionado los problemas de accesibilidad a las personas ciegas o sordas. ¿Cuál es la novedad que supone WhatsCine?
—Hoy, al menos en España, el 98% de las personas tiene un smartphone. La gran ventaja que tiene WhatsCine es que utiliza una tecnología, la de los móviles, que se usa todos los días. Las personas ciegas o sordas están acostumbradas a utilizar un móvil o una tableta, unos para leer y otros para hablar y escuchar. Nuestra ventaja es que empleamos la manera más fácil para estos usuarios de tener accesibilidad.
«La ventaja de nuestra tecnología es que utilizamos una tecnología, la de los móviles, que ya se usa todos los días»
—Si yo fuera una televisión o un cine, ¿me merecería la pena instalar esta tecnología?
—Por una razón muy sencilla, sí. Aunque solo sea por el aspecto económico, sin tener en cuenta la cuestión ética. En España, hablamos de un mercado de 2 millones de personas que están fuera de los circuitos de ocio normales, que ni consumen cine ni compran palomitas. Todas estas personas, que están deseando unirse a unas costumbres “normales”, suponen muchos consumidores y muchos ingresos. Pero es que la accesibilidad no supone solo captar como cliente a la persona con discapacidad sino que influirá en las decisiones de compra de todo su entorno. Si yo tengo que elegir entre un cine accesible y uno que no lo es, prefiero el accesible. Telefónica no es una ONG, tiene que rendir cuentas ante sus accionistas, que esperan un beneficio económico. Por eso nos han contratado, porque es rentable y porque da servicio a sus clientes. Ahora mismo, el que ofrezca este servicio, se pone por delante. Si yo fuera Antena 3 o Telecinco, no lo dudaría.
—Supongo que además tiene algún beneficio para la RSC (responsabilidad social corporativa).
—Indudablemente. Para la imagen de una compañía, la inclusión de personas con discapacidad es un tema que suma puntos en la valoración de la empresa. No hay que olvidar que los accionistas también están preocupados no solo por los beneficios sino también por lo que están aportando como empresa a la sociedad. Desde Telefónica, así lo ha manifestado la directora de RSC, Elena Valderrábano. Además, aquí ya tocamos la cuestión ética: si es económicamente rentable, ¿por qué no hacerlo?
—Un grupo de españoles yendo a por la industria del entretenimiento en Estados Unidos. Suena complicado.
—Desde luego, aquel que no tenga un espíritu emprendedor pensará que en WhatsCine estamos locos, pero pensará que lo estamos desde el principio, desde que ideamos el producto. Se puede pensar que es una locura ir a Estados Unidos y de ahí dar el salto a Latinoamérica. Sin embargo, lo descabellado sería no hacerlo. Si allí existiera una empresa ofreciendo una tecnología parecida a la nuestra, sería una barbaridad intentarlo. Pero el caso es que ahora mismo no existe nada igual ni en las salas de cine ni en las televisiones. Y estamos hablando de que, solo en Estados Unidos, hay 20 millones de personas con discapacidad visual y auditiva. En el resto de América hay otros 40 millones de usuarios potenciales.
—¿Tiene Movistar algún papel en esta expansión?
—Claro. En el lanzamiento de Movistar 5S, el 15 de junio de este año, Telefónica se ha comprometido a apoyar nuestro proyecto, mostrando la viabilidad y rentabilidad de nuestra tecnología en todos aquellos lugares en los que tengan una televisión de pago, como Colombia, Perú, Chile y Brasil.
— Conoceréis experiencias personales de los usuarios de WhatsCine. ¿Qué os dicen?
— Te voy a contar un ejemplo del año pasado. Sucedió en el festival de San Sebastián, a donde fuimos porque se proyectaba una película con tecnología accesible. Al terminar, salieron al vestíbulo dos chicas con su perro lazarillo, que habían estado viendo la película. Les pregunté: «¿Y qué opinaís?». Una de las chicas comenzó a llorar: «Me ha cambiado la vida, mi novio es un forofo del cine y a partir de ahora puedo ir con él a ver una película y compartirlo. Es que después de la película, a la salida, podremos comentarla». Claro, porque, antes, era algo que el novio tenía que contarle al acabar la película y eso, evidentemente, es otra cosa. WhatsCine ya está ayudando a muchas personas aunque lo difícil será que se conozca en todos los sitios.
«Al salir de la película, una chica con perro lazarillo comenzó a llorar: «Me ha cambiado la vida»»
—Soléis decir que la accesibilidad es un derecho y no un privilegio. Como sociedad, ¿qué tal lo llevamos?
—Estamos todavía en la edad de piedra de la accesibilidad,queda muchísimo por hacer. Mientras no se regule ese derecho, la accesibilidad estará en manos de empresas que, como la nuestra, tienen una vocación de favorecer la inclusión, pero no se avanzará de la misma manera que existiendo una obligatoriedad. En Estados Unidos, gracias a la Disabilities Actde 1990, existen unos derechos, reforzados por Obama, que en España son cosa de otro mundo. Aquí es casi al revés: las personas con discapacidad, en vez de tener derechos, tienen que pagar. En general, en la Unión Europea vamos a años luz por detrás de lo que hay en Estados Unidos. Todavía queda mucho camino por recorrer y los políticos tendrán que legislar teniendo en cuenta que se trata de votos. Quizás, cuando vean que tienen un problema si no hacen caso a estos grupos, reaccionarán.