Casos de Éxito en Inversión de Impacto | Bolsa Social

Por José Moncada

Con una tendencia al alza, se calcula que actualmente se mueven en el mundo más de 60.000 millones de dólares en el ámbito de la inversión de impacto, según un reciente informe de JP Morgan y Global Impact Investing Network (GIIN). Entre las razones de su creciente desarrollo, se encuentra un valor intangible que se añade al objetivo de obtener un retorno financiero: el deseo de mejorar la sociedad.

A pesar de que la inversión de impacto es un fenómeno relativamente reciente, hay casos que demuestran que financiar proyectos éticos e invertir en valores positivos puede ser una apuesta que merezca la pena. El caso de Grameen Bank es un buen ejemplo a seguir por su impacto positivo en la sociedad. Creado por Muhammad Yunus para conceder micropréstamos a las personas más necesitadas, esta iniciativa —que consagró a Yunus con el premio Nobel de la Paz en 2006— ha beneficiado a más de 8 millones de personas con una inversión total de 11.350 millones de dólares.

Encomiable también es la actividad de Gawa Capital, un fondo de inversión dedicado a impulsar el crecimiento económico y social de los países en vías de desarrollo a partir de microfinanzas solidarias. No menos interesante es la labor de  Oltre Venture, una sociedad de capital riesgo creada para impulsar a empresas sociales en el campo de la atención sanitaria, la educación, la vivienda social, la inserción laboral o el desarrollo económico de las zonas geográficas deprimidas. Radicada en Italia, Oltre Venture ha invertido más de 8 millones de dólares e impulsado 17 proyectos de impacto social en sus diez años de vida.

En Reino Unido, destacan dos casos de éxito en inversión de impacto: Big Society Capital, una institución financiera independiente cuyo objetivo es hacer crecer el mercado de inversión social en el país, y Bridges Ventures, que cuenta con tres fondos diferentes para apoyar a emprendedores con proyectos de impacto positivo, regenerar áreas deprimidas e impulsar organizaciones benéficas y empresas sociales. En Francia se encuentra Le Comptoir de l’Innovation, un fondo/incubadora muy dinámico que opera a escala mundial. Entre los proyectos que albergan, se encuentra L’Incubateur Tunisien, dedicado al emprendimiento social en territorio norteafricano, que se beneficia, como el resto de iniciativas, de financiación, pero también de asesoría en cualquier de los 25 campos en los que tienen experiencia.

Si bien habría que contrastarlas con otras fuentes, las cifras que arrojan informes como el Eurosif, revelan que España maneja unas cifras sensiblemente inferiores en inversión de impacto, en comparación con otros países del entorno. Mientras países como Francia, Alemania o Reino Unido se movieron en 2013 en torno a los 1.000 millones de inversión, España dedicó ese año 87 millones de euros (lejos de Holanda, que lidera con diferencia la tabla de inversión social, con casi 9.000 millones de euros). Una cifra, la española, que indica un incipiente y prometedor interés por la financiación de proyectos sociales que la Bolsa Social quiere incrementar. Para ello, damos acceso a los inversores de impacto social a proyectos con impacto social y potencial de crecimiento a través del mecanismo de la financiación participativa (equity crowdfunding), del que ya hemos hablado en otro post.

Nos encontramos ante un nuevo y estimulante escenario que afecta a las decisiones de inversión y en el que cada uno de nosotros puede ser un actor relevante dentro del impacto social positivo. En la Bolsa Social encontrarás proyectos promovidos por valores éticos, sociales y medioambientales que aportan su granito de arena para mover el mundo en una dirección más solidaria y constructiva.

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