La inversión de impacto social sale de su escondite, según The Economist y Forbes

De la inversión de impacto social hemos podido escuchar que «es una moda», que es una quimera de ingenuos y que lo social no es rentable por definición. A principios del año pasado, en los habituales Encuentros de la Bolsa Social, los expertos del sector reconocían que todavía quedaba mucho prejuicio por romper en España.

La inversión de impacto social es aquella que se hace en empresas cuyo negocio tiene dos objetivos: producir cambios positivos en  la sociedad y el medio ambiente, a la vez que devolver una rentabilidad económica. Hasta ahora, esta parte de las finanzas se ha movido, desde el comienzo del siglo XXI, entre gran desconocimiento. Sin embargo, como atestiguan recientes publicaciones de The Economist o Forbes, la inversión de impacto podría estar ya abandonando su nicho para alcanzar cotas cada vez más mainstream.