Mes: septiembre 2016

En los últimos años han surgido con fuerza nuevas alternativas de financiación para los emprendedores de impacto, como son el crowdfunding de inversión, el crowdlending, la banca ética o los fondos de impacto social. Pero conocer a qué fuente de financiación conviene acudir o saber cómo presentarse ante los inversores puede ser decisivo. De esas decisiones dependerá el crecimiento del negocio en el futuro.

Por eso, en la Bolsa Social hemos coorganizado junto con Unltd Spain un ciclo de dos jornadas formativas, con la participación de algunas de las instituciones más relevantes de la financiación para innovadores, como son Enisa, Triodos Bank y Ship2B. Durante la formación, los profesores mantendrán una entrevista individual con cada uno de los emprendedores, en la que se analizarán sus necesidades y estrategias de financiación.

Una de las preguntas más habituales que nos encontramos en la Bolsa Social se dirige precisamente a nuestro apellido. «¿Y cómo sabéis qué es social y qué no?» o «¿Mi empresa es social?». Es una pregunta lógica porque en la Bolsa Social sólo publicamos empresas que producen un impacto positivo en la sociedad o el medio ambiente. Los inversores de la Bolsa Social, además de los resultados económicos de la empresa, quieren conocer el alcance y consecuencias de su inversión.

Es por eso que en la Bolsa Social exigimos a las empresas que quieren financiarse con nosotros que definan sus objetivos de impacto social y que los midan. ¿Pero a qué nos referimos con «impacto social positivo»? La expresión hace referencia a los efectos positivos que la intervención de una empresa tiene sobre la comunidad en la que opera.