Mes: octubre 2015

Tras un año de intensos preparativos, la Bolsa Social ya está plenamente operativa. El miércoles 28 de octubre se dio el pistoletazo de salida a la plataforma, con la apertura de las campañas de las tres empresas que han elegido la Bolsa Social para sus ampliaciones de capital. ¿Cómo? A través del equity crowdfunding, una nueva manera de invertir en las empresas que ya no necesita intermediarios: bastan unos pocos clics para poder comprar las participaciones de las empresas que te interesan. En el caso de la Bolsa Social, además, las empresas tienen que tener un impacto positivo en la sociedad o el medioambiente.

Jose Moncada, director de la Bolsa Social, recordó que “hay un antes y un después en el ámbito de la inversión», y pronosticó que “la financiación participativa ha llegado para quedarse”. Puso como ejemplo de un cambio de mentalidad el trabajo de Muhammad Yunus, que ha conseguido, entre otros logros, que banquero y premio Nobel de la Paz no sea por una vez un oxímoron, una paradoja. Sus microcréditos a las economías más desfavorecidas, con un 97% de tasa de repago, han demostrado que inversión+ética no tienen por qué ser conceptos enfrentados.

34.400 millones de dólares. Esta es la cifra mundial que alcanzará el crowdfunding este año según Massolution. Una estimación que demuestra el gran crecimiento de la financiación participativa y que sitúa al crowdfunding como una alternativa y un complemento a la financiación tradicional, una nueva herramienta para que empresas emergentes obtengan inversión y visibilidad.

Este crecimiento exponencial del crowdfunding ha hecho que desde el pasado mes de abril cuente con un marco regulatorio. Así, el Congreso de los Diputados aprobó la Ley 5/2015 de Fomento de Financiación Empresarial que regula en España las plataformas de equity crowdfunding y crowdlending. Esta nueva Ley, pionera en Europa, exige la autorización y supervisión de cualquier plataforma por parte de la CNMV. La Bolsa Social ha sido la primera en conseguir esta autorización, lo que garantiza la protección del inversor.

¿Sabías que en los últimos años la Inversión Socialmente Responsable (ISR) ha crecido notablemente? Concretamente, “en España tenemos más de 90.000 millones de euros de activos bajo gestión con un mandato socialmente responsable”, según afirma Jaime Silos presidente de Spainsif.

Este y otros temas protagonizarán la conferencia anual de Spainsif, plataforma de encuentro y de referencia para la ISR en España, que se celebra este jueves 15 de octubre y en la que se darán cita un importante número de profesionales que debatirán sobre la situación de la ISR, la RSC, el emprendimiento social o la inversión de impacto. Durante el encuentro se darán a conocer, además, los principales datos de dos estudios de investigación de este sector: ‘Observatorio de la ISR 2015’ y el estudio de Spainsif 2015 ‘Las inversiones de impacto en España: Iniciativas y tendencias’.

Por Jose Moncada

Estamos de enhorabuena: el Consejo de la CNMV acaba de autorizar a la Bolsa Social como plataforma de financiación participativa. Esto nos convierte en la primera plataforma de equity crowdfunding que se autoriza en España, por lo que la inversión a través de la Bolsa Social cumple con los requisitos legales y cuenta con todas las garantías de la ‘ley del crowdfunding’.

Conocida como ‘ley del crowdfunding’, la Ley 5/2015 de Fomento de Financiación Empresarial se aprobó el pasado abril y establece las reglas del juego en de la financiación participativa, tanto para inversión en capital (en crowdinvesting)como la inversión en préstamos (crowdlending ). A partir de ahora, las plataformas deben cumplir con estrictos criterios de transparencia, recursos propios, conflicto de intereses y protección del inversor. Además, será necesario contar con la autorización y supervisión de la CNMV. Ya hemos hablado de ello en otro post.

Por Jose Moncada

Sin aspavientos ni maniqueísmos: educamos a nuestros hijos en valores, nos importa el bienestar de nuestra familia y amigos, exigimos honestidad y talento a nuestros políticos, nos preocupamos de nuestro entorno, celebramos las buenas ideas y, mal que bien, procuramos ser buenas personas… En definitiva procuramos – con nuestros aciertos y errores – tener un comportamiento ético.

Sin embargo, muchos padecemos una extraña esquizofrenia en lo tocante a nuestras decisiones económicas (consumir, ahorrar, invertir, emprender). Cuando se nos presenta una opción de ahorro o inversión, únicamente miramos el potencial beneficio económico que reporta, sin entrar considerar el impacto que producimos en la sociedad y el medio ambiente con esa decisión. No es que seamos inmorales: sencillamente desenchufamos la ética cuando invertimos…