Mes: junio 2015

Por José Moncada

En anteriores post ya hemos hecho alusión a la inversión de impacto, un fenómeno en auge en  los últimos años. Aunque la disponibilidad de datos sobre este mercado es limitada, hoy queremos compartir con vosotros una recopilación de datos que ayudará a entender el enorme potencial de la inversión en empresas sociales.

Según los últimos datos del sector, pertenecientes al informe de JP Morgan y Global Impact Investing Network (GIIN), publicado en mayo de este año, la inversión de impacto social mueve actualmente 60.000 millones de dólares en el mundo, frente a los 46.000 millones del año anterior. El mismo informe señala una tasa bastante elevada de cumplimiento de expectativas financieras y de impacto y apunta, año tras año, mejoras en cuanto a colaboración entre inversores, medición de impacto y oportunidades de inversión. 

Tal y como indica el último informe de GSIA (Global Sustainable Alliance) de 2014, por regiones, Estados Unidos y Europa copan el mayor volumen (63 y 26% respectivamente), seguidas de Asia (5%), Australia/NZ (2%) y Canadá (4%). Así mismo, según datos recogidos este año por BNP Paribas y la revista Forbes, la inversión de impacto es la tendencia más prometedora en cuanto a inversión social.

Conocer si tu inversión de impacto ha sido económicamente rentable es fácil. Ahora bien, ¿cómo saber si se han cumplido los objetivos sociales y ambientales que perseguías con tu inversión? Como inversor de impacto te interesan ambos resultados. ¿Cómo medir el impacto social y medioambiental de una empresa social? No es una tarea sencilla, y por eso la European Venture Philanthropy Association (EVPA) publicó hace dos años una guía de cinco pasos que sintetiza las mejores prácticas de medición de impacto social. La guía de la EVPA presenta un proceso de medición profesional y riguroso, y se ha convertido ya en el referente europeo desde su publicación. Para facilitar su aplicación en cualquier entidad social, la guía incluye seis estudios de casos diferentes.

Con el fin de facilitar la aplicación de la guía en España, la Asociación Española de Fundaciones (AEF) presentó recientemente la traducción de la guía de la EVPA en Madrid, realizada en colaboración con la Fundación Tomillo. Hay que agradecer a la EVPA y la Fundación Tomillo su esfuerzo en divulgar las mejores prácticas de medición de impacto.

De una manera resumida, las cinco fases del proceso de medición de impacto son las siguientes:

Internet ha abierto un amplio abanico de oportunidades, ha ampliado la noción de comunidad y, lo que es más importante, ha cambiado las reglas del juego. Algo que también ha sucedido en el ámbito de la financiación de las nuevas empresas, con el surgimiento de ideas innovadoras para obtener inversión, como es el caso del equity crowdfunding (también denominado crowdinvesting) y el crowdlending, dos modelos diferentes que os explicamos a continuación.

Ambos son fórmulas de crowdfunding, es decir, de financiación participativa de un conjunto de inversores en proyectos empresariales y han proliferado a través de sitios web que ponen en contacto a startups con inversores, como es el caso de nuestra plataforma La Bolsa Social.

Hoy se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente y desde nuestro blog queremos aprovechar la oportunidad para hacer hincapié en la importancia de generar un impacto medioambiental positivo. ¿Quieres descubrir cómo?

El cuidado del planeta ha pasado a ser una obligación y un compromiso de todos, porque la mayoría de las actividades de nuestro día a día suponen un perjuicio medioambiental de distinta intensidad. Salvo alteraciones que han creado un impacto medioambiental irreparable y no pueden ser corregidas de manera natural ni humana, la mayoría pueden solventarse con buenos hábitos e ideas que generen un impacto medioambiental positivo.